miércoles, septiembre 21, 2005

Angel Castelnoble


Guaraní y Olimpia de Paraguay, Wanderers, River Plate, Danubio, Huracán Buceo en Uruguay, EMELEC en Ecuador y Millonarios en Colombia es la hoja de vida de uno de los entrenadores con mayor capacidad de engrupir para conseguir un puesto.

A Colombia llegó en 1997 como entrenador de Millonarios, que iba a jugar Copa Libertadores contra los uruguayos Peñarol, Nacional y Deportivo Cali. Más allá de que sus antecedentes como D.T eran más que cuestionables, la dirigencia azul, en uno de sus tantos desaciertos en las últimas décadas contrató al charrúa que, mate bajo el brazo y caradurismo en todas sus actitudes, uno de sus primeros partidos fue la recordada derrota 2-1 en El Campín contra Peñarol, en la noche del gol estúpido de Pablo Bengoechea a Eddy Villarraga y los guayos blancos (untados de griffin) de John Mario Ramírez.

Castelnoble no duró mucho en el país y aunque sus conocimientos tácticos se destacaban por absurdos, el plantel con el que contaba tampoco le ayudó mucho: Guillermo Castrillón, Hilmer Lozano, Gustavo Quijano y otros granados nombres hacían que los desastrosos planteamientos del uruguayo se cumplieran a cabalidad gracias a aquellos jumentos que alguna vez osaron ponerse la camiseta del club más importante de Colombia.

El tipo tiene un mérito: fue quien hizo debutar a Enzo Francescoli en primera división con el Wanderers, aunque cualquiera se hubiera dado cuenta que Francescoli era un crack. No era necesario ser Castelnoble para eso.
Colaboración de ustedes-no-existen.