viernes, septiembre 23, 2005

Enrique Simón Esterilla

Como su apellido, sus movimientos eran como los de una silla de mimbre. Defensa central durante muchos años en el América de Cali, tuvo que vivir a la sobra de Luis Eduardo Reyes “El hombre de hierro” y, cuando tuvo chance de jugar, siempre fue con un equipo satélite donde compartía plantel con Ceferino Peña, John Edison Castaño y Reinel Ruiz entre otros.

Protagonizó una de las más extrañas historias del famoso equipo de América que perdió tres finales de Copa Libertadores de manera consecutiva: En el tercer partido de la final contra Peñarol, el médico Gabriel Ochoa Uribe lo envió en los últimos minutos de juego a defender y luego a jugar como centrodelantero para aprovechar su altura en el cabezazo. Esa misma estrategia fue utilizada varias veces por Norberto Peluffo con Belmer Aguilar cuando lo dirigió en Bucaramanga, Junior y Millonarios.

En uno de esos ataques, Esterilla no pudo regresar y Peñarol armó el contragolpe ideal, que concluyó con el mítico gol de Diego Aguirre que le dio la copa a los uruguayos cuando faltaban pocos segundos para el final del encuentro.

Esterilla también estuvo en Cali, Sporting, Bucaramanga y Pereira.