domingo, octubre 09, 2005

Antonio "El Gringo" Palacios


Escalpelo y bisturí o patecabras y navajas hechizas, que eran como decir sus piernas, eran sus armas en el campo. El Gringo, con esa risa ladina con la que aparece en la foto, se encargó de levantar por los aires a cuanto rival estaba cerca de sus predios sin tener, al menos la decencia, de aplicar fuertes dosis de anestesia a sus víctimas.

Jugador de Pereira, Cúcuta y Millonarios, entre otros clubes, se distinguió por no tener piedad a la hora de poner un planchazo en el pecho de cualquier adversario que revelara su lentitud y escasa capacidad de marca.

Alguna vez recibió una suspensión grave por haber partido en dos a Eusebio Jacinto Roldán, jugador que se atrevió a merodear por sus predios. Pero El Gringo, el querido Gringo, solamente mostraba la muelamenta y se reía, tan inocente a la hora de sacarse una foto carnet o en el momento de ensayar trepanaciones de cráneo con sus guayos.
ustedesnoexisten